Nos toma, nos bendice, nos parte y reparte
 

Lectura: Porque él mismo la noche en que iba a ser entregado tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio diciendo a sus discípulos: “Tomen y coman todos de él, porque este es mi cuerpo que será entregado por ustedes” Mateo 26, 26-28 

 

• “Tomó pan”, NOS TOMA:

El molde donde se formaron los discípulos, son las manos que fueron traspasadas por los clavos de La Cruz. Ahora Él repite exactamente lo mismo con cada uno de nosotros. Lo primero que el Señor hace para moldearnos a su imagen y semejanza, es tomarnos en sus manos.

 

• “Dio gracias, lo bendijo”, NOS BENDICE:

En cuanto Jesús toma el pan con sus manos, lo bendice. Él nos dice bien, nos desea bien, nos habla bien, con la verdad. Que nos sepamos benditos, con esta palabra que es viva y eficaz, que es espíritu y vida.

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• “lo partió”, NOS PARTE:

Jesús, habiendo tomado el pan y transformado el pan con su palabra de bendición, lo partió.

Ser partido, es la purificación a través de la cual, el Señor nos consagra totalmente a Él. Aquí nos despojamos de todo lo que nos sobra, que no necesitamos o lo que nos daña.

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• y lo dió, lo repartió, NOS REPARTE:

Una vez que el pan ha sido tomado en las manos, bendecido y partido, se reparte. No se

queda en las manos de Jesús, sino que se da a los demás. Así como Jesús llamó a sus discípulos para que estuvieran con Él y luego los envió a evangelizar, así también nos envía, a llevar su Amor a todos.

 

Para meditar:

 

¿Vos estás listo para decirle:Señor, quiero ser pan y que hagas de mí lo que quieras?